PNTD - Programa Nacional de Tecnificación Deportiva

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Ensayo desde Nantes, primera parte

David Soler i Segura
Viernes 16 de diciembre de 2011 - 16:45

Esta semana estoy teniendo la oportunidad de convivir con los chicos internos al CREPS de Nantes (Francia), un CAR en el que viven los 7 jugadores de la Selección Cadete Masculina de Francia, que presumiblemente, este julio, después del Campeonato de Europa volverán a sus casas con un buen número de medallas colgadas. Una buena oportunidad para aprender de los campeones.

En una experiencia similar, desde Burdeos Almudena nos ha comentado, periódicamente, las actividades y todos los detalles de cada entrenamiento. Creo que no puedo aportar mucho más en este sentido, por lo tanto voy a compartir, en el apartado del PNTD de la web de la RFETM,  mi estancia en Nantes con un ensayo que dividiré en dos partes.

I. LAS CLAVES DEL ÉXITO

Una vez pasados los primeros días de entrenamiento, además de haber degustado los deliciosos crêpes de la región, pude llegar a la conclusión que los entrenadores que tienen aquí son buenos entrenadores, pero sin ser unos gurús del tenis de mesa con una fórmula mágica para crear campeones. En cada sesión, vienen uno o dos sparrings que son del mismo nivel, o un poco mejor que los jóvenes jugadores. Para hacer el físico disponen de un material simple y al alcance de todo el mundo, y los ejercicios dentro y fuera de la mesa, no distan mucho de los que nos podemos imaginar nosotros. Por lo tanto, a partir de este momento, me formulé la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los motivos que hacen que en este centro esté el primero, segundo y sexto del ranking Europeo Cadete? Después de mirar y preguntar, creo que tengo algunas de las claves de su éxito.

En primer lugar, nos encontramos con unos hábitos positivos para el trabajo, que adquieren ya de niños y podemos observarlo viendo la calidad con la que los chicos trabajan. Semanalmente, los cadetes franceses, hacen unas 25 horas de trabajo incluyendo el trabajo físico, pero lo más destacado no está en la cantidad, sino en la calidad. La filosofía del entrenamiento la tienen clara y se refleja con la intensidad que juegan cada pelota de cada ejercicio, estén haciendo multi-ball con el entrenador o entrenando entre ellos. Cuando el punto es libre, juegan siempre para ganar, sin buscar el “ping-pong espectáculo”, tanto si están cerca o lejos de la mesa. Sorprende también ver los estiramientos, calentamiento o entrenamiento de los servicios; la sala parece una biblioteca y el silencio es total.

En los entrenamientos se respira un ambiente de intensidad, calidad en cada punto y alta concentración, que es la misma actitud que luego se puede apreciar en los partidos y competición. Seguramente todos queremos dar el máximo en la competición, pero si no estamos acostumbrados a darlo cada día, solo nos quedará rezar y esperar que el milagro aparezca el día señalado. ¿Cómo aprender a soportar la presión, para no fallar en momentos difíciles? Una vez a la semana, se juega un partido, y los perdedores van corriendo de la sala de entrenamiento al centro en el que estudian y viven, que está a unos 25 minutos y con el clima de la parte atlántica del norte de Francia, que no suele ser agradable durante varios meses al año.

Durante estos días en Nantes, he podido ver una sesión de entrenamiento de un grupo de niños de 5 o 6 años. Jugaron un rato con presa lapicero para ganar habilidad mano/muñeca, o puntos golpeando liftado contra liftado, suave y con mucha parábola, para aprender a jugar pelotas curvas y con efecto. También hicieron juegos de habilidad, como uno que había que cambiarse la pala de mano y luego volverla a cogerla con la mano de juego pero por detrás de la espalda para seguir jugando. También jugaron un rato con muy poca luz en la sala para trabajar la concentración. Otro ejercicio, esta vez para obligar a los niños a moverse en todo momento: juego libre, pero entre golpe y golpe, estaban obligados a tocar la esquina izquierda de la mesa con la mano. Y de aquí sale la segunda clave del éxito: La correcta formación de los jugadores durante sus primeros años deportivos.

En nuestra tradición, enseguida enseñamos los golpes y los gestos a los más jóvenes. Un entrenador preferirá empezar con el topspin, otro por el bloqueo o la cortada, pero siempre empezamos demasiado temprano a enseñar el movimiento en si. Y creo que si queremos resultados diferentes a los que tenemos, es absurdo pensar que si seguimos haciendo siempre lo mismo mejorarán. Para mí, estas primeras etapas de formación del jugador (pronto, a partir de 5 o 6 años) tienen que servir para dotar al niño o niña de un bagaje motriz, de habilidad y percepción muy rico. Conceptos como acompañar, rozar, amortiguar o picar la pelota, saber jugar en diferentes puntos de la trayectoria o tener una actitud dinámica a la mesa, por citar algunos, son conceptos que nos limitarán en el futuro si no los trabajamos durante los primeros años de vida deportiva de los jugadores. Luego, sobre estos fundamentos, y ya en los últimos años de benjamín o de alevín, se enseñan todos los golpes, y que estos se conviertan en una técnica muy estable que casi nunca falla. Los chicos de Nantes, en cada ejercicio, la media de pelotas que entran a la mesa es de 12 o 15 por punto, como mínimo. Todo esto, se puede conseguir con una buena formación e información para los entrenadores, causada por la tercera clave del éxito francés: la estructura técnica tanto de la F.F.T.T. como de los clubs.

Por una parte, la estructura de la federación es algo magnifico, con muchos profesionales trabajando en diferentes áreas, algunas tan excepcionales para nosotros como puede ser el Responsable de la excelencia en el deporte femenino, o el Entrenador de las estrategias de entrenamiento. Y por otra parte, se hace un gran trabajo en unos clubs orientados al crecimiento y a las relaciones sociales.

En cada club, los entrenadores encargados de los niños pequeños tienen una guía, editada por la federación y que todos siguen para trabajar con el mismo sistema de entrenamiento. Esta guía indica el contenido de entrenamiento para cada edad. Cada etapa de formación del jugador tiene sus particularidades, y en el caso de los jugadores cadetes del centro de Nantes, la propuesta de la sesión del entrenamiento no es muy diferente a lo que encontramos en España, pero me ha llamado la atención algunas ideas. La primera es que tiene que haber un equilibrio entre el juego de ataque y contraataque, y eso lo podemos ver en que la mayoría de ejercicios incluyen contratopspin de derecha encima de la mesa. La segunda cosa que inciden a menudo es en el dominio exquisito que demuestran jugando lejos de la mesa (defensa cortada, globos, contratopspin, etc.), que lo entrenan de forma específica y detallada. Otro valor importante es la importancia y volumen de trabajo que le dan al flip, que lo tienen como un golpe igual de consistente que, por ejemplo, el topspin de derecha. Y por último, se trabaja de forma muy intensa el juego de piernas y desplazamiento, donde han recuperado el paso cruzado para los grandes desplazamientos.

A partir de esto, tienen un buen sistema de detección de talentos que empieza a nivel regional para pasar luego a nivel nacional, donde se trabaja con el jugador con talento guiando y apoyando a su entrenador habitual. Más tarde, como último paso de la detección de talentos, ya llegan a los centros de entrenamiento, en los que pueden entrar incluso a la edad de once años. Su funcionamiento es parecido a lo que nosotros conocemos como un CAR, y de aquí salen los actuales campeones europeos de jóvenes. Y cuando llega la etapa de juveniles, algunos de ellos pasan al INSEP (París), un centro con muchos recursos que persiguen el Campeonato del Mundo Sénior, que cuentan con un número importante de entrenadores, con una calidad de entrenamiento muy exigente y trabajando con gran rigor científico y tecnológico. 

Como podemos ver, no existen recetas mágicas para el éxito. Una buena dosis de sentido común y global, la correcta filosofía, tener claro lo que queremos y gestionar los recursos de forma coherente según nuestros objetivos marcados. De los franceses podemos aprender, sobre todo, que para alcanzar el éxito es indispensable no pararse ni conformarse.

David Soler i Segura
Entrenador CAR Madrid
Coordinador PNTD y Discapacitados

 

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