Juan Bautista Pérez disputando el Spanish Open 2017

Recuerda Rio como ese sueño de niño. Una meta que todos buscan alcanzar. Poder luchar por tu país y defender sus colores ante el resto del mundo. “Fue como estar en un sueño. Era algo que de pequeño habías visto… y de mayor también…en la tele. ¡Unos Juegos!”, comenta el protagonista de esta nueva historia paralímpica. 

En Tokio será su segunda oportunidad. Y su único objetivo es hacerse con alguna de esas medallas que tanto anhela. La desea tanto en individual como en la prueba por equipos, junto a sus compañeros porque “ojalá consigamos ir los tres de Rio, porque somos un equipo que todos temen”, indica.

Desde Extremadura, continúa con su preparación hacía Tokyo 2020 en casa. Juan Bautista Pérez ya ve la puerta de Japón abierta de par en par, al igual que lo hizo en su regreso al tenis de mesa años atrás. El deporte le ha permitido continuar con la vida que desde niño imagino. Quizás no de la manera que ha sucedido, pero sí como la ha ejecutado. El tenis de mesa ha sido el refugio a su mayor problema. 

Una infección le dejó sin poder jugar al mas alto nivel. Fue obligado a parar. Forzosamente. Pero se reinventó. Juan Bautista regresó al tenis de mesa en la modalidad paralímpica. Había muchas opciones de ser de los más destacados, y volver a participar internacionalmente con la Selección Española. Y no lo dudó. 

El extremeño comenzó su nueva andadura tres años después. Debutó con victoria en República Checa, donde se colgó el bronce. Ese mismo año, en 2013, Pérez ganó tres medallas de oro y una de plata. Su vuelta fue impresionante. En junio de 2015 alcanzó su mejor posición en el ranking internacional, situándose en el tercer puesto. Solo dos jugadores eran mejor que él. Y fue a los Juegos del año siguiente. 

Así lo recuerda el propio Juan Bautista: “Cuando tuvimos la idea de ir ahí, sonaba un poco lejano, parecía como un sueño pisar Rio, esos pabellones… y todo lo que rodeaba la paralimpiada. Todavía, hay veces, que abro los ojos y pienso si fue un sueño o no. Fue algo maravilloso. Cuando me clasifique, no me lo creía. No me veía yo jugando unos Juegos Paralímpicos. Pero si, no resultó ser un sueño. Fue una maravillosa realidad”. 

Su camino a Tokio ha sido más complicado debido a los cambios de normativa. Menos plazas y más meses para lograrlas. Pero el extremeño ha mantenido las fuerzas para alcanzar su meta: “para Tokio ha sido bastante más difícil. La edad no perdona, y el cuerpo exige más para llegar a menos. Pero mi cabeza sigue ahí, con mucha ilusión, que nunca se pierde. En Tokio estaremos con más ilusión, y los mismos objetivos”. Además, Pérez ha indicado que “las últimas semanas han sido muy complicadas. Estaba expectante para ver que pasaba en los Open que se disputaban. Yo tenía margen con respecto a mis rivales, y tenía que esperar sus resultados para ver si saltaba al ruedo o no. Se fueron anulando torneos, e impidió que mis perseguidores pudieran alcanzarme. Por lo que me clasificó antes de tiempo. Antes del Europeo, estaba fuera, pero con los resultados de este campeonato y de Chequia. El esfuerzo siempre tiene su recompensa y lo hemos conseguido”.