Emilio Beltrán Sánchez. (Foto: www.dictumabogados.com)

Ha fallecido recientemente en Madrid Emilio Beltrán Sánchez, Catedrático de Derecho Mercantil y Vocal Permanente de la Comisión General de Codificación, a los 55 años de edad, tras perversa enfermedad que le ha atenazado en los últimos meses. Conocí a Emilio en los años 70 calzando pantalones cortos y refundando la Federación Provincial de Tenis de Mesa, de la mano de Gregorio Lázaro y de sus hermanos Ricardo y Miguel Beltrán, luego presidentes ambos de la misma. Con el club Aossima 1880 recorrimos España representando a Salamanca de torneo en torneo. Emilio era un maestro en el arte de variar y dosificar los efectos de la pelota, técnicas que con franciscana paciencia nos transmitió a una generación de entusiastas jugadores de entonces, que admirábamos su templanza en tardes interminables, rematadas, en cuanto fuimos más mayorcitos, entre incontables cervezas. Ya en la Facultad de Derecho tuve ocasión de seguir admirando –que no emulando- a Emilio, deslumbrado por la cosecha de matrículas de honor que iba almacenando, no por esperables menos gozosas. Como iba tres cursos por delante, constituía una referencia inmejorable de cómo superar las dificultades que se nos anunciaban. Ángel Rojo no dejó pasar de largo ese talento, incorporándolo inmediatamente a su departamento y enviándolo a doctorarse a Bolonia, con premio extraordinario por una excelente tesis sobre las deudas de la masa de la quiebra. Tras su paso como Profesor Titular de la Universidad Autónoma de Madrid, obtuvo la Cátedra de la Universidad de Cantabria, recalando años después en la Universidad San Pablo C.E.U. que el día 30 le rinde póstumo homenaje.

Miembro de una familia de juristas, su padre Letrado de la Seguridad Social, su tío Fiscal del Tribunal Supremo y su hermano Abogado del Ilustre Colegio de Salamanca, ha dirigido durante años el Anuario de Derecho Concursal y la Revista de Derecho Mercantil. Era Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y en los últimos tiempos Abogado. Usó la pluma por y para el Derecho Mercantil con la misma maestría y rigor con la que utilizó la pala de pingpong en su juventud. Sus libros, capítulos y artículos sobre la responsabilidad de los administradores, la insolvencia de las entidades deportivas, la liquidación de las sociedades mercantiles, el derecho cambiario o la ley concursal son de consulta obligada para quien quiera conocer seriamente las respectivas materias. Espero terminar pronto el trabajo que me tenía encargado sobre la Hacienda Pública en los procedimientos concursales, para que vea la luz en alguna de las publicaciones que sin duda honrarán su memoria. En su Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca nos queda un recuerdo imborrable. En el Derecho Mercantil español y europeo una obra escrita imperecedera.

Descanse en paz.