Personas con Discapacidad

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Álvaro Valera: Veinte años en la élite

RFETM
Martes 17 de marzo de 2020 - 18:23

Podrá enamorase de Tokio como lo hizo hace veinte años de Sidney. El protagonista de hoy tiene su mejor recuerdo deportivo en las antípodas. La ciudad más poblada de Australia se quedará grabada en su memoria para siempre. Porque aquel dulce recuerdo también permanecerá en la retina del tenis de mesa español. Porque es historia del deporte español. 

“Sídney el mejor recuerdo de toda mi carrera deportiva. El más especial. Los primeros Juegos a los que iba, con 17 años. Fue la ilusión, la frescura, la novedad. Algo espectacular. Sentía una ilusión indescriptible. Además Sídney es una ciudad preciosa. Es una maravilla”, rememora Álvaro Valera.

Su ilusión le llevó a disfrutar de una experiencia muy especial. Debutó sin tener la mayoría de edad en unos Juegos Paralímpicos, y se convirtió en el primer palista español en lograr una medalla de oro en unas olimpiadas. 

“El hecho de ganar es la guinda. El mayor resultado de mi carrera deportiva. Escuchar el himno en una olimpiada es algo que no se puede describir con palabras y, de hecho, es la única medalla de oro paralímpica de la historia de nuestro deporte en España. Es un sueño cumplido. Algo que llevas contigo en la memoria por el resto de tu vida”, explica Álvaro Valera echando la mirada atrás.

Fue su mayor logro deportivo. Pero no el único. Álvaro Valera ya sabía lo que era ser el mejor jugador del planeta. Se había proclamado Campeón del Mundo individual en 1998, y había llevado a España a ser el mejor país de Europa en 1999. Dos medallas que fueron el inicio de dos décadas llenas de títulos. 

Pese a su enfermedad degenerativa, el sevillano se ha mantenido en la élite del deporte mundial durante más de 20 años. Tiempo en el que ha acumulado mas de una treintena de medallas europeas, mundiales y paralímpicas. Cuenta con 5 metales en los Juegos Paralímpicos, 8 preseas mundiales y 18 medallas a nivel europeo. 

Todo este palmarés lo ha conseguido a base de esfuerzo, dedicación, constancia y sintonía con su cuerpo. Álvaro Valera trabaja día a día. Escuchando a su cuerpo todos los días. Y semanalmente acude al Centro de Alto Rendimiento para perfeccionar pequeños detalles. Él lo tiene claro “me siento un privilegiado. Satisfecho de mi trabajo día a día de haber tenido la capacidad de mantenerme en la elite. Pese a tener una enfermedad degenerativa y las dificultades que conlleva. Sumándole que uno va cumpliendo año, me llena de orgullo, gracias al trabajo y esfuerzo, mantenerme ahí arriba y seguir cosechando buenos resultados. Es una gran satisfacción para mí”. 

Su premio ha sido un recorrido deportivo cómodo para alcanzar sus sextos Juegos Paralímpicos. Esto le ha permitido dosificarse. Valera explica que “por mi discapacidad, tengo que adaptar el entrenamiento a lo que el cuerpo me va permitiendo. Entrenando y forzando al máximo para estar bien en Tokyo. Haberme mantenido número 1 del mundo ha sido, a nivel psicológico, muy positivo. Me ha dado moral y confianza para lograr algo grande en Tokyo”. 

Este verano su objetivo es el oro porque “se me ha resistido desde el año 2000, tengo dos platas de dos finales que se me han escapado y ahora tengo muchas ganas volverme a colgar el oro, y volver a escuchar el himno, 20 años después”.

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